La integración de Internet en la educación escolar española.
Situación actual y perspectivas de futuro
Fundación Telefónica/Ariel
Barcelona, 2009, 154 p.
ISBN: 978-84-08-08646-8
El trabajo que se presenta en este libro, editado por Fundación Telefónica-Ariel, corresponde a la primera fase de un amplio proyecto de investigación denominado La integración de Internet en la educación escolar española: situación actual y perspectivas de futuro.
La investigación, dirigida por los profesores Carles Sigalés y Josep M. Mominó de la Universitat Oberta de Catalunya, se basa en la aplicación de 17.576 cuestionarios a una muestra representativa de alumnos de 800 centros de educación primaria y secundaria obligatoria de España y en ella se analizan los procesos de integración de las TIC en la formación escolar desde una perspectiva educativa.
Lenta incorporación a las aulas
El libro está formado por siete capítulos en los que se hace un recorrido y se analizan desde las características generales, la infraestructura tecnológica y las políticas de incorporación de las TIC de los centros que imparten educación primaria y obligatoria en España, hasta el uso de las TIC en la actividad docente y profesional más allá de las aulas, pasando por el uso que hacen los alumnos de las TIC fuera de clase.
Un capítulo especialmente interesante es el de conclusiones, en el que se recoge, entre otras aportaciones, que el uso de las TIC y especialmente de Internet en las escuelas e institutos españoles ha experimentado un relativo progreso en los últimos años. La extensión y la frecuencia con las que hoy se utilizan son, sin duda, mayores que las que se podían observar en los primeros años de esta década. Sin embargo, resulta curioso comprobar cómo la incorporación de las TIC a las actividades educativas, y especialmente su uso en las aulas, no ha avanzado al ritmo que las expectativas y el crecimiento de las inversiones hacían prever.
Buen dominio de las competencias digitales por parte de profesores y alumnos
En esta investigación se pone de manifiesto que las TIC están presentes en la mayoría de centros los docentes españoles y que son utilizadas asiduamente para la resolución de tareas administrativas y en la preparación de las clases por el profesorado. Por otra parte, los alumnos también las utilizan frecuentemente para realizar las tareas escolares en sus hogares. En términos generales se puede afirmar que profesores y alumnos tienen un buen dominio de las competencias digitales y utilizan las TIC con mucha más frecuencia en sus actividades privadas que la media de la población española.
Resulta curioso comprobar, sin embargo, que la presencia de las TIC en las aulas sigue siendo escasa: sólo uno de cada tres alumnos de educación primaria y secundaria obligatoria utiliza los ordenadores más de una vez por semana en el conjunto de sus asignaturas. Para los dos tercios restantes, las TIC tienen una presencia poco relevante en sus actividades escolares o simplemente no las utilizan.
En cuanto al uso de TIC por parte del profesorado, se utilizan fundamentalmente como apoyo a la presentación de contenidos. Su empleo como un potente conjunto de herramientas multimedia al servicio de la innovación educativa y de la mejora del aprendizaje de los alumnos está todavía lejos de ser una realidad. Internet se utiliza básicamente para la búsqueda de información, aunque su uso para la intercomunicación entre alumnos y profesores o como herramienta colaborativa más allá de las aulas o para el trabajo en equipo es poco frecuente en nuestras escuelas.
Además de la importancia del crecimiento en las dotaciones de recursos e infraestructuras TIC, en este trabajo de investigación se detectan otras necesidades que sería importante tener en consideración para promover un avance significativo en su uso con fines educativos.
Falta formación para la aplicación educativa de las TIC
Así pues, tenemos que los propios profesores, que cuentan con un dominio instrumental de las TIC más que aceptable, son conscientes de la existencia de lagunas importantes en sus competencias para utilizar estas tecnologías como instrumentos didácticos y como herramientas al servicio del aprendizaje de sus alumnos. Así por ejemplo, sólo uno de cada tres profesores se siente capacitado para promover y supervisar grupos de trabajo a través de las TIC o para crear recursos on line que puedan ser utilizados en sus asignaturas. Y más de la mitad del profesorado no se siente capaz de desarrollar proyectos multimedia con sus alumnos o de evaluar trabajos realizados mediante estas tecnologías.
Otro aspecto a destacar es que la mayor parte del profesorado que utiliza las TIC en sus clases apunta que las ha adoptado principalmente como apoyo a las actividades docentes que ya venía realizando sin ellas. La adopción de las TIC como instrumentos para la innovación en los centros y en las aulas es minoritaria.
Sin embargo, se produce un mejor aprovechamiento de las posibilidades de las TIC cuando las prácticas docentes otorgan un papel mucho más activo a los propios aprendices, cuando los alumnos tienen la posibilidad de compartir y contrastar sus propios conocimientos en grupos cooperativos o extendiendo sus relaciones de intercambio más allá de su clase o su escuela, trabajando en proyectos interdisciplinarios de larga duración.
Es necesario reformular el sistema educativo
La innovación de las prácticas educativas es un elemento imprescindible; sin esta capacidad de cambio y de innovación, el crecimiento y el uso de las TIC quedan limitados. En opinión de los autores de la investigación, es necesario fomentar y divulgar con mayor energía aquellas experiencias de innovación educativa mediante las TIC que puedan servir de ejemplo para el conjunto del sistema.
Al igual que en otros ámbitos del conocimiento, en el de la educación las TIC abren las puertas a un amplio abanico de nuevas e interesantes posibilidades, a nuevas formas de relación, de aprendizaje y de creación de conocimiento. Unas posibilidades que podrán materializarse en la medida en la que el conjunto del sistema se decida a superar las estructuras que han guiado a la institución escolar a lo largo del siglo XX.
Por tanto, no se trata sólo de que los centros dispongan cada vez más de los recursos tecnológicos apropiados y de la generalización del uso de las TIC en las aulas sino, sobre todo, de plantear el escenario adecuado que permita acometer los profundos cambios que la institución escolar tendrá que llevar a cabo para adecuarse y responder a las demandas educativas que la sociedad del conocimiento del siglo XXI necesita satisfacer.
Artículo extraído del nº 81 de la revista en papel Telos
Comentarios