Vivimos hoy en día en un mundo complejamente interdependiente. Las protestas de los campesinos franceses, los actos vandálicos de los neonazis, o las guerras que impulsan las migraciones, afectan las vidas cotidianas de todos los habitantes del planeta, aun la de aquellos, como los chilenos, que residimos en lugares geográficos remotos y permanecemos al margen de los centros mundiales de decisión.
La información internacional crecientemente se ha convertido en una necesidad y en un desafío.
El sujeto moderno requiere estar informado acerca de lo que ocurre en otros países para insertarse eficazmente en las internacionalizadas esferas del quehacer económico o político.
Pero, más allá de esta mirada instrumental, la información internacional es importante para la emergencia del «ciudadano ilustrado de los nuevos tiempos», capaz de entender la diversidad, ejercer la tolerancia, resguardar los derechos de los otros, respetar la identidad y defender la autonomía.
Un conocimiento ampliado del mundo es el mejor antídoto en el combate de las actitudes de marginación, exclusión y rechazo que producen las imágenes estereotipadas que prevalecen en los imaginarios colectivos.
Sin embargo, una gran mayoría de las personas no sabe y ni se interesa por conocer los acontecimientos que tienen, por sus alcances, una repercusión mundial.
La cuestión pública se ha hecho cada vez más remota y ajena para la gente común. Cada vez más se ha debilitado la figura del ciudadano, eje del sistema democrático. Cada vez son menos, y partes de elites crecientemente restringidas, los que respondiendo a las exigencias informativas de las cosmopolitas sociedades actuales, tienen capacidad de razón no sólo en el dominio de lo nacional sino también de lo internacional.
Esta suerte de vacío comunicativo en lo público es el resultado de muchas causas; sin embargo, una muy principal está en los medios masivos: proviene del rol privilegiado que la comunicación masmediada tiene en la definición de realidad, de sus lógicas mercantilizadas de operación, de sus formas de concebir lo noticiable.
Las reflexiones anteriores explican el creciente interés en los círculos académicos y políticos por la agenda noticiosa internacional de los medios. En estos sectores, se han hecho vigentes las preguntas acerca de cómo en los medios masivos están presentes los acontecimientos; de cuánto, cómo y qué se informa acerca de los diferentes países y, en términos más generales, de cuál es la imagen de mundo que se está entregando a los ciudadanos.
Como una contribución al debate que se desarrolla en torno a esta problemática, entregamos a continuación los resultados de un estudio exploratorio acerca de la información internacional en los medios chilenos.
UNA INFORMACIÓN MÁS AMPLIA EN LA PRENSA
En primer lugar, tenemos algunos datos de la información internacional aparecida el día 20 de septiembre en tres medios de alto alcance público: la Radio Cooperativa, el diario El Mercurio y Teletrece, el noticiario del canal de la Universidad Católica de Chile.
Las diferencias cuantitativas son explicables por la estructura muy diferente de estos medios. La prensa es un medio primordialmente informativo y tiene la capacidad de dar cabida simultánea a un mayor número de notas, en el otro extremo, el mayor tiempo informativo televisivo normal es de una hora y en él caben aproximadamente un promedio de 40 notas, considerando las de titular y cierre.
A pesar de lo anterior, este dato no deja de tener relevancia, pues nos indica que los lectores de diarios tienen acceso a una información internacional cuantitativamente más amplia que aquellos que sólo escuchan radio o ven televisión. Y sabemos que en nuestro país una gran mayoría de las personas dicen informarse preferentemente por la televisión.
Pero los medios parecen diferir no sólo en la cantidad de información que entregan, también se observan diferencias significativas respecto al tipo de información: vemos que la prensa da mayor cobertura a las noticias relacionadas con el acontecer político.
En términos del origen de las noticias, dentro de la presencia de un conjunto amplio de países de diversos continentes, se destaca EEUU, de donde proviene una gran parte de la información referida prácticamente a todas las áreas temáticas. Cabe subrayar que este país lidera la información relacionada con los avances científicos. Este rasgo se mantendrá en los diversos tipos de mediciones realizados.
El estudio de la información aparecida en las tres radios AM de mayor audiencia (Minería, Chilena y Cooperativa) junto con mostrar diferencias en las políticas informativas internacionales (la Chilena le otorga comparativamente una cobertura bastante menor a este ámbito informativo), indica una mayor atención por parte de este medio a la información proveniente de países latinoamericanos, sobre todo en Minería.
Con respecto a la estructura temática, observamos una cierta diversidad dentro de un predominio de la información política, seguida por las notas deportivas.
El estudio de la agenda internacional aparecida en tres noticiarios de televisión (24 Horas, Teletrece y Meganoticias) durante la semana del 20 al 27 de septiembre, nos señala la presencia de rasgos muy parecidos a los ya comentados.
Sin embargo, se añaden algunas características interesantes. Nos referimos a: la dispersión temática de las informaciones que provienen de los países europeos; la alta concentración en deportes de la información española; la presencia en el ámbito de las noticias políticas de los países de la Europa del Este, que no sólo se explica por la importancia coyuntural que adquiere Rusia debido a la crisis política; y, por último, lo que se da en todos los medios, el posicionamiento de Japón en el área noticiosa económica.
Por último, tenemos un ejercicio comparativo más puntual, realizado en relación con la cobertura otorgada en la televisión a emergentes destacados de la semana del 2 al 8 de junio. Este muestra:
– El alto interés noticioso que suscita la elección presidencial española y el desperfilamiento relativo del comicio boliviano ocurrido en el mismo periodo.
– La atención otorgada a las manifestaciones de racismo en Alemania, mayor que aquella que recibe la crisis política de Guatemala.
DEPENDENCIA DE FUENTES AJENAS
A partir de esta visión provisoria e incompleta podemos concluir que la agenda internacional de los medios chilenos posee los siguientes rasgos:
– Informa indistintamente sobre un conjunto muy diverso de temáticas que van desde el acontecimiento político o económico de interés mundial o regional, pasando por los temas punteros, como la ecología, los derechos humanos o la delincuencia, continuando con los acontecimientos impactantes, como las catástrofes o accidentes, dando lugar a los avances científicos y a las novedades artísticas, deportivas y del mundo del espectáculo, e incluyendo además, una no despreciable proporción de hechos curiosos.
– Incluye noticias provenientes de una amplia gama de países, entre los cuales ocupa un lugar privilegiado EEUU.
– La presencia destacada de algún otro país sólo se explica por la ocurrencia en él de un hecho de gran impacto noticioso, debido a su espectacularidad o a criterios de relevancia informativa mundiales, sin que la atención provenga necesariamente del interés directo para Chile del suceso en cuestión.
– Entrega una información de hechos dispersos, poniendo el acento en el acontecimiento inmediato, sin contextualizar, proporcionar antecedentes, ni adelantar posibles cursos futuros.
– La información acerca de los países que integran la Unión Europea es miscelánea, aunque los hechos políticos y económicos más significativos reciben en general una importante cobertura. El tema de los tratados económicos, aunque de una manera puntual y en cierta medida anecdótica, tiende a estar presente.
– El fútbol español constituye una información de alto interés noticioso, particularmente para la televisión.
Como conclusión general se puede afirmar la carencia, en la mayoría de los medios, de una política informativa internacional.
Se hace evidente el hecho de la dependencia de fuentes informativas ajenas y foráneas, que operan con sus propios criterios de lo noticiable, a lo que se agrega una selección interna en gran medida basada en criterios coyunturales relacionados con el carácter dramático o espectacular de los hechos noticiados.
La hegemonía de EEUU es también un hecho incuestionable, pero no es despreciable la importancia informativa que adquieren muchos acontecimientos europeos, aun los de carácter local. Sobre todo si es comparada con el peso de las noticias provenientes de países latinoamericanos.
Es evidente que desde un punto de vista comunicativo, los chilenos seguimos habitando en los márgenes. En la era de la información continuamos fuera de los centros de producción, carecemos de poder y por lo tanto de capacidad de influencia.
En lo que concierne al sistema de medios, somos esencialmente consumidores de estructuras organizativas, lenguajes, formatos y contenidos foráneos.
Específicamente, en lo que respecta a la información internacional, los altos costos que implica su producción, las importantes y complejas inversiones en recursos tecnológicos, la oportunidad e instantaneidad que demanda el producto, hacen tremendamente difícil participar en la creciente competencia. Por lo tanto, nuestra imagen del mundo, en la medida en que aceptamos que significativamente se constituye a través de la comunicación masmediatizada, está fuertemente determinada por nuestra capacidad de acceso y compra en el mercado de la industria de medios.
Pero también es cierto que ella depende de la capacidad de oferta y de penetración en los mercados de los países en desarrollo de las industrias de medios de países más avanzados.
Hasta ahora la delantera parece llevarla EEUU, pero la penetración del cable y de las transmisiones por satélite, están abriendo camino a la información de otras latitudes.
Este fenómeno tiene un doble beneficio, por un lado, para los chilenos, en cuanto posibilita el acceso a una información más diversa y completa; por otro, para los países vendedores, en la medida en que aumenta el conocimiento acerca de sus realidades y los posiciona en el imaginario nacional.
Artículo extraído del nº 41 de la revista en papel Telos
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