La empresa española es, por número de líneas en operación, la segunda empresa en telefonía del continente americano, después de ATT. Su participación en Argentina, Chile, Puerto Rico y Venezuela, la sitúa en el puesto noveno del escalafón internacional.
Telefónica de España se ha convertido en el segundo operador del continente americano después de ATT por número de líneas en operación, según ha asegurado el presidente de la compañía española, Cándido Velázquez, tras la compra en diciembre pasado, del 80 por ciento de la empresa estatal puertorriqueña Telefónica Larga Distancia (TLD) por aproximadamente 15.000 millones de pesetas.
La empresa española, a través de Telefónica Internacional, es inversionista en la Compañía de Teléfonos de Chile, Entel-Chile, Telefónica Argentina, Infonet de Estados Unidos y CANTV de Venezuela.
Además, Telefónica de España controla el 60 por ciento en el joint venture que cuenta con una capitalización de 500 millones de pesetas para la explotación de la primera red telefónica celular de Rumania.
De este modo, Telefónica pasa a situarse como la tercera compañía en telecomunicaciones por capital social, y como la novena empresa Operadora Mundial de telecomunicaciones.
1. ENTRADA EN EL MERCADO ESTADOUNIDENSE
La compra del 80 por ciento de las acciones de TLD de Puerto Rico se realizó por 141.6 millones de dólares, conservando el gobierno el restante 20 por ciento.
TLD es subsidiaria de la Autoridad de Teléfonos de Puerto Rico. Con un 43 por ciento del mercado de llamadas a Estados Unidos y al extranjero, TLD es el principal competidor de la compañía estadounidense ATT en la oferta de servicios de larga distancia en el mercado.
La venta se efectuó al amparo de la Ley Orgánica de la Autoridad de Teléfonos y los acuerdos de fideicomiso con los inversionistas del mercado de bonos gubernamentales de los Estados Unidos.
Esta es la primera vez que la Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC) permite la entrada al mercado en los Estados Unidos de una empresa internacinal que no tiene base en el país del Norte, por lo cual el 80 por ciento del control sobre las instalaciones de radio y microondas de TLD quedaron en manos de la Autoridad de Teléfonos, órgano oficial del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
La FCC restringe el control de facilidades de transmisión mediante instalaciones de radio y microondas, a fin de proteger las comunicaciones militares y la seguridad nacional de los Estados Unidos.
De esta manera, la FCC requirió a la Autoridad de Teléfonos, como condición indispensable, que su participación en el mercado de larga distancia fuese a través de una subsidiaria separada e independiente de la Puerto Rico Telephone Company, lo cual dio origen a la creación, en junio de 1988, de la TLD, que entró en operaciones en marzo de 1989.
Un año después la FCC autorizó en Puerto Rico el proceso de acceso igualitario, mediante el cual los abonados telefónicos podrían elegir la compañía de su preferencia marcando el número 1 para hacer sus llamadas de larga distancia a los Estados Unidos y el 011 para llamadas internacionales a otros países, permitiendo así un mercado en igualdad de condiciones.
Inmediatamente después la Autoridad de Teléfonos transfirió a TLD los Sistemas de Satélite de la Puerto Rico Telephone Company para ofrecer los servicios de comunicación satelital a los Estados Unidos, abriéndo así un proceso de privatización que concluyó con la adjudicación de la empresa a manos de Telefónica de España.
La inversión fomentará el crecimiento de llamadas de entrada a Puerto Rico a través de TLD al lograr el control de un mayor volumen del tráfico que ahora atienden otras empresas en Puerto Rico. También favorecerá la introducción de un nuevo servicio de entrada y salida de llamadas ultramarinas, por medio de fibra óptica.
Precisamente, el presidente de Telefónica de España no dudó en vaticinar que Puerto Rico se convertirá en uno de los cuatro centros de comunicaciones más importantes del mundo, junto a Londres, Nueva York y Tokio.
Cándido Velázquez destacó asimismo que la empresa española está ahora embarcada en el proyecto «Columbus II» que unirá Europa con el continente americano a través de las Islas Canarias, mediante un cable submarino de fibra óptica que proporciona una calidad de voz más clara y segura que la comunicación vía satélite.
2. INVERSIONES Y MODERNIZACIÓN EN ARGENTINA Y CHILE
Por otra parte, Telefónica de Argentina, el operador más importante de telecomunicaciones del país, obtuvo durante 1992 un beneficio neto superior a los 200 millones de dólares (unos veinte mil millones de pesetas).
Sin embargo, a dos años de la privatización de la empresa estatal ENTEL (3,2 millones de líneas), los usuarios argentinos siguen quejándose por la saturación de la red, llamadas malogradas y tardanzas en la reparación de las averías, aunque se reconoce una mejora significativa en el servicio de teléfonos públicos.
Las dificultades persisten a pesar de las inversiones realizadas por los dos consorcios que adquirieron ENTEL (800 millones de dólares por parte de Telefónica de España y 600 millones por parte del consorcio France Telécom y Stet de Italia).
Ultimamente Telefónica Argentina ha puesto en servicio la primera central telefónica digital suministrada por Alcatel Standart Eléctrica, con una capacidad para veinte mil abonados, como parte de un acuerdo comercial para el suministro de más de 450.000 líneas digitales del sistema Alcatel 1000 S12.
Comparado con el índice de digitalización de Argentina que es solamente de un 18 por ciento, en Chile aproximadamente el 70 por ciento de estas líneas son digitales.
Telefónica de España controla el 43,6 por ciento de las acciones de la Compañía de Teléfonos de Chile (CTC), con 1,2 millones de líneas, a las que se esperan añadir otras 770 mil en el término de cinco años.
Durante ese período, la densidad telefónica aumentará a 13 líneas por cada cien habitantes, frente a la actual de 8 abonados; en tanto que se espera que el 85 por ciento de la totalidad de las líneas sea digital.
Además de Telefónica, otros accionistas de CTC incluyen al Banco de Nueva York con una participación del 12,5 por ciento; el Fondo de Pensiones con un 13,3 por ciento; inversores locales con un 22,9 por ciento; empleados de la compañía con un 1,6 por ciento y otros inversores extranjeros con un 6,1 por ciento.
CTC ha sido la primera empresa de su sector en Latinoamérica en cotizar oficialmente sus acciones en la bolsa de valores de Nueva York.
Además de su participación en CTC, Telefónica también es propietaria de un veinte por ciento de ENTEL, la empresa chilena de larga distancia.
Esa dualidad en materia de propiedad hizo que la Comisión Antimonopolio gubernamental ordenase a Telefónica que cese su participación en una de las dos compañías antes de 1993. Sin embargo, Telefónica recurrió al Tribunal Superior de Justicia para que dictamine la procedencia de aquella disposición.
En caso de que la Justicia convalide la resolución gubernamental, se especula que Telefónica venderá su participación en ENTEL a ATT, que está experimentando una rápida expansión en el Cono Sur.
Telefónica y ATT son socias en el control del 49 por ciento de la Compañía Nacional de Teléfonos de Venezuela (CANTV), cuya mayoría accionaria está en poder del Estado. El Gobierno anunció que estudia la posibilidad de vender parte de sus acciones.
Por último, como parte de su política de expansión, Telefónica de España ha montado en Rumanía la primera red telefónica celular que entrará en servicio en marzo de 1993 bajo un joint venture. En una etapa inicial sólo dará cobertura a Bucarest, pero posteriormente se ampliará a todas las ciudades importantes y al setenta por ciento del país en un plazo de cinco años.
Artículo extraído del nº 33 de la revista en papel Telos
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