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La producción cinematográfica. Impacto económico sobre el territorio


Por Sergio A. Berumen

portada

Il mercato delle location cinematografiche

Marco Cucco y Giuseppe Richeri

Venezia: Marsilio Editori, 2013, 202 p.

ISBN. 978-88-317-1705-2

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El 2 de julio de 2014 Sevilla estalló pletórica. Tras semanas de especulaciones, finalmente se ó que la ciudad acogería la grabación de algunas escenas de la quinta temporada de Juego de Tronos, la superproducción para la serie de televisión homónima. HBO, Canal+ (cadena que emite la serie en España) y Andalucía Film Commission anunciaron la decisión de rodar en varias localizaciones naturales de la provincia de Sevilla y en la propia capital hispalense.

Como era de esperar, la noticia fue recibida con entusiasmo, tanto por Juan Ignacio Zoido y Rosario Andújar, alcaldes de Sevilla y Osuna respectivamente, como por hosteleros, restauradores, empresas de diversos sectores y, naturalmente, por los habitantes, asiduos o no a la serie, a quienes se les invitó a enviar sus solicitudes para participar en el casting al correo electrónico castingjuegodetronos@gmail.com. Con esta decisión España se situaba en el mapa de ‘los siete reinos’, pero aún más importante, ponía la belleza de Andalucía en la mira de la industria cinematográfica.

El mercado de las localizaciones cinematográficas

La serie Juego de Tronos tiene su sede en Belfast, capital de Irlanda del Norte, pero a lo largo de las cinco temporadas emitidas y de la sexta, aún por emitir, se ha caracterizado por rodar en localizaciones de otros países, como Croacia (escenas del capítulo dedicado al Desembarco del Rey), Islandia (capítulo titulado Más allá del Muro), Marruecos (del capítulo donde Daenerys transitó acompañado de su ejército), Malta y Estados Unidos. Por ejemplo, la tercera temporada se grabó en Irlanda del Norte. En términos económicos generó una derrama de 98 millones de euros, se crearon 900 empleos indefinidos y otros 2.000 temporales. Y en términos de atracción turística registró un incremento del 32 por ciento de visitantes, interesados en conocer las localizaciones donde se grabaron las escenas. Y algo parecido sucedió en Dubrovnik, capital de Croacia, donde se registró un 30 por ciento de aumento de los turistas que deseaban ver las localizaciones de la serie.

En realidad España no es una recién llegada al negocio de las localizaciones cinematográficas. En las décadas de 1960 y 1970 se rodaron decenas de películas ambientadas en el Lejano Oeste estadounidense (Far West) en los sets de la emblemática Cinecittà romana y en tierras españolas, de entre las que destacaba Almería (desierto de Tabernas, por el cual el productor Sergio Leone tuvo una especial vinculación) y en menor medida en Hoyo de Manzanares (Madrid). Muchos productores de Hollywood calificaron con desdén a estos films con el apelativo de Spaghetti Western, si bien con el tiempo estas películas se consolidaron como un género de pleno derecho. Hayan sido o no westerns de segunda, lo que está fuera de todo cuestionamiento son los beneficios económicos que generaron los rodajes. Lamentablemente, no hay datos sobre las cantidades derramadas, pero debieron haber sido sumas importantes, porque tanto las autoridades como los habitantes de esas localidades acogían con entusiasmo la llegada de cada nuevo film.

El libro objeto de la presente reseña trata precisamente sobre el mercado de las localizaciones cinematográficas. Todo un acierto, porque la literatura especializada es francamente escasa. En efecto, si el negocio del cine es un mercado donde participan directores, productores, estrellas, etc., lo normal es que también haya mercado entre los lugares que desean acoger las producciones, primero por la derrama económica directa, pero también por los beneficios indirectos, como el incremento de turistas que desean conocer los sitios naturales de rodaje.

Deslocalización de las producciones

Il mercato delle location cinematografiche, como su título indica, está escrito en italiano por los profesores Marco Cucco y Giuseppe Richeri, dos expertos en la investigación y docencia de las industrias culturales en general y del cine en particular. El texto se conforma de la introducción, ocho capítulos y la bibliografía, que en total suman 202 páginas. El lector encontrará especialmente interesantes los dos primeros capítulos. Así, el primero trata sobre los esfuerzos de la industria cinematográfica estadounidense (de 1945 en adelante) por externalizar las producciones fuera de los nichos tradicionales de rodaje (a saber, el soleado Estado de California y a partir de 1930 también México) y en concreto hacia Europa. De la página 36 a la 42 aborda (lamentablemente de manera algo superficial) el debate que se generó entre las majors sobre la necesidad y conveniencia de deslocalizar las producciones. En los extremos opuestos se situaban quienes defendían que las películas estadounidenses debían ser 100 por cien Made in USA y quienes situaban la reducción de los costes de producción por delante de cualquier otro argumento.

Del segundo capítulo cabría destacar el epígrafe 4, donde trata la lucha entre la Film Commission y la Film Office, dos colosos de la industria enfrentados en torno a las consecuencias secundarias derivadas de la deslocalización de las producciones. El libro no lo dice, pero era obvio que los sindicatos del gremio se opusieran fervientemente a que los rodajes se realizaran fuera de EEUU, principalmente por la destrucción de puestos de trabajo.

Impacto económico sobre el territorio

Los capítulos 3 y 4 son probablemente lo más áridos y versan sobre el funcionamiento de las comisiones de rodaje (sobre su estructura, organización y el día a día) y la normativa comunitaria que rige a las empresas de la industria cinematográfica. El lector no especializado se los puede saltar tranquilamente, pero para los doctorandos y los investigadores especializados les serán de suma utilidad. El capítulo 5 trata sobre el impacto económico que generan las producciones audiovisuales (en este caso no solo sobre la industria del cine, lo que sin duda es un acierto, principalmente por el reciente furor que causan las series de televisión) sobre el territorio. El capítulo es breve y no alcanza a abordar el tema como hubiera sido deseable, pero en cualquier caso merece la pena leerlo porque es el leitmotiv del libro.

A continuación, los capítulos 6 y 7 se centran en el caso italiano en general y de la l’Apulia Film Commission (de la región de Puglia), los cuales, de nuevo, serán del interés de un público reducido. Y por último, el capítulo 8 es una reflexión sobre las bases en las que se asienta lo que denominan como ‘nueva geografía productiva’ de la industria estadounidense.

La valoración global del libro es que es interesante, pero no profundiza en el fondo del objeto a estudiar. A mi parecer, hubiera sido deseable un mayor tratamiento de L’impatto económico delle riprese sul territorio, porque precisamente a eso se refiere el título. No obstante, como antes decíamos, dado que la literatura en la materia es tan escasa, la publicación de este libro será bien valorada por expertos de Ciencias de la Información, pero no tanto por los economistas (hay cantidad de datos y porcentajes que el lector no sabe de dónde han salido).

La lectura de este libro nos llevó a preguntarnos si la grabación de escenas de Juego de Tronos en Sevilla y alrededores es la punta del iceberg de una industria floreciente o si, por el contrario, fue un hecho aislado. Creemos que fue un hecho aislado. Y en este sentido fueron las conclusiones derivadas de la II Conferencia sobre la Economía de los Rodajes en España, organizada por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y la Spain Film Commission, celebrada a principios de marzo de 2015. En estas se reconoce la difícil situación por la que atraviesa la industria cinematográfica española y la inmensa brecha que subyace entre el gobierno, las instituciones del ramo y las empresas, donde todo parece gravitar en torno a las ayudas, subvenciones e incentivos fiscales. Es decir, nada nuevo bajo el sol.

Artículo extraído del nº 103 de la revista en papel Telos

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