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Televisión educativa en Iberoamérica: entre programas nacionales y acciones políticas de discontinuidad


Por Luis Fernando Morales Morante

PORTADA LIBRO

Libro blanco sobre la Televisión Educativa y Cultural en Iberoamérica
José Manuel Pérez Tornero y Lorenzo Vilches (Coord.)
Barcelona: Gedisa Editorial Gedisa, 316 p.
ISBN: 978-84-9784-531-1

Paralelamente al desarrollo de la televisión comercial abierta o de pago, en los distintos países iberoamericanos podemos encontrar en la televisión pública y privada una serie de experiencias dirigidas a la elaboración y difusión de contenidos educativos y culturales (en adelante TEC).

La oferta programática de las TEC se desarrolla en tres niveles de penetración. El primero como actividad paralela, sustitutiva de la educación formal presencial, diseñada por los Estados e implementada a través de programas oficiales y especializados. Segundo, en la modalidad de programación supletoria o complementaria de la formación reglada, llámense cursos no oficiales, proyectos específicos orientados al desarrollo de habilidades y destrezas manuales y/o técnicas. Y, en tercer lugar, simplemente como producciones audiovisuales unitarias o seriadas para la exhibición y promoción de atractivos culturales, la creación científico-intelectual de los países y sus ejemplos de diversidad, habitualmente independiente de una regulación directa.

No obstante, atendiendo a las circunstancias que definen el modelo estructural sobre el cual emergen las TEC en cada país, pueden distinguirse caminos y resultados bastante desiguales en este tipo de proyectos, al depender su funcionamiento de la estabilidad de coyunturas políticas, económicas externas y no de una discreción pedagógica básica y sostenible en el tiempo. Según la ponderación de estos coeficientes, los gobiernos implantan sus esquemas estratégicos recurrentemente desacertados para la ejecución y seguimiento correcto de los programas en distintos niveles. Así, los grandes proyectos tele-educativos nacionales en Iberoamérica y los medios acaban siendo mayoritariamente ejemplos intermitentes e inconclusos, incorrectamente empleados como instrumentos políticos y de mejora de la imagen de gobernantes y no como piezas montadas de un sistema para cubrir los vacíos de la educación formal, la integración interna o el fortalecimiento de valores y principios sociales fundamentales.

Además de estos ingredientes circunstanciales y congénitos que rodean la dinámica funcional de la TEC, no debemos olvidar otro importante factor: la falta de recursos económicos para contar con la tecnología y el equipo humano idóneo que ofrezca garantías para cubrir adecuadamente las demandas nacionales y alcanzar, en definitiva, resultados positivos en el balance de las experiencias.

Estas debilidades se aprecian en las cifras de producción, consumo e intercambio de contenidos tele-educativos e indican la casi inexistencia de una industria audiovisual sólida como estructura de apoyo para este tipo de oferta comunicativa. El libro que se reseña en esta oportunidad reporta en sus resultados la presencia recurrente de errores en la propia concepción de los programas, la orientación y el control de aspectos didácticos necesarios para obtener respuestas positivas de la audiencia cautiva. Igualmente revela una serie de desajustes técnicos y logísticos producidos por una mala planificación, que finalmente ha generado problemas para una correcta recepción. En suma, errores en discontinuidad y ausencia total de proyección e interconexión con plataformas y centros internacionales con experiencias previas exitosas.

Contrariamente todos estos factores vienen a estar mucho mejor controlados en la televisión comercial masiva y de exportación, es por ello la diferencia en el rendimiento de este tipo de producciones que se conciben perfectamente como piezas de consumo y no como oferta desinteresada, sin rentabilidad ni mayores atractivos para los propios medios y empresarios del sector.

Nuevo impulso de la televisión educativa y cultural

En las últimas décadas, muchos pedagogos e investigadores del campo de las comunicaciones han advertido de una u otra forma estas deficiencias y se han pronunciado en favor de la importancia de articular un macroproyecto nacional para impulsar o fortalecer políticas educativas consistentes y sostenibles, basadas en un acuerdo entre el Estado, los propietarios de los medios, los agentes de la sociedad civil y las universidades. Pero en la práctica esto no ha culminado en propuestas ni acciones concretas efectivas, principalmente porque en cada país el mapa del sistema televisivo es dominado por un grupo mayoritario de canales comerciales sin interés de arriesgar en programas y proyectos educativos. El punto de partida de este desajuste surge con las primeras emisiones televisivas y la decisión de optar ciegamente por el paradigma norteamericano sin consultar otras opiniones especializadas, que bien pudieran valorar el resultado de otras experiencias como las de Alemania, Inglaterra y los países nórdicos, donde la televisión además de entretener e informar, cumple con objetivos formativos, de difusión de valores y conocimientos fundamentales para el desarrollo individual y social.

Sin embargo, a pesar de la imperiosa necesidad de activar un nuevo impulso de la televisión educativa y cultural en Iberoamérica, las críticas desde el fuero pedagógico y comunicológico han sido hasta ahora sorprendentemente aisladas e incapaces de producir un efecto verdadero en la sociedad y en el interés por elaborar un estudio completo y sistemático respecto de su evolución, estado actual y el manejo de sus contenidos desde una perspectiva internacional comparada. Existe, por tanto, un enorme vacío respecto del conocimiento particular de los modelos, su desarrollo, el marco legislativo que rige cada uno de ellos y menos aún un análisis de la oferta de contenidos, formatos más relevantes en cada país y entre los distintos países, que en este Libro Blanco de la Televisión Educativa y Cultural Iberoamericana se intenta aclarar y profundizar de manera sistémica.

Mapa de situación

Confrontando los antecedentes históricos y la producción actual de las TEC en diez países de Iberoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela), el libro desarrolla un marco de reflexión y disipa algunos de los siguientes cuestionamientos fundamentales para investigadores y profesionales interesados en este campo:

¿Existe realmente una política pública en los países de Iberoamérica para impulsar o mantener una presencia significativa de la televisión educativa en el conjunto de la oferta audiovisual general?

¿Cuánto influye el marco regulador, legislativo y político en la implantación y desarrollo de las políticas y programas educativo-culturales a través de la televisión?

¿Son realmente eficaces los contenidos de la programación educativa y cultural emitida por las televisoras?

¿Cómo se afronta el cambio a las nuevas plataformas digitales y la Red en la generación y distribución de contenidos educativos?

¿Cuál es el papel de las nuevas redes, medios locales y regionales en la formación de la educación y la cultura ciudadana?

Los diferentes capítulos del libro siguen una estructura lineal para cada país. La introducción desarrolla el marco contextual señalando las características principales y las tendencias de la TEC en el conjunto de países participantes de la investigación. Luego se examinan las tendencias globales partiendo del volumen de la producción y su organización en las parrillas de programación, tanto de los canales privados como públicos. Con el apoyo de gráficos se muestran las diferencias en la distribución de géneros y formatos educativos por franjas horarias y países. Finalmente, se definen unas líneas maestras y recomendaciones incidiendo en los temas pendientes para reforzar el funcionamiento de las TEC.

El desglose de capítulos por país empieza con una breve descripción de la organización de su sistema audiovisual. Se explican los modelos de propiedad y gestión de la radio y la televisión y un apartado referido al marco político y legislativo que regula el funcionamiento de las televisiones y su eventual interrelación con otros modelos y plataformas. A continuación, se aborda el contenido televisivo generado por estos medios, a través del estudio de la oferta de sus programaciones. Se revisan las parrillas de los canales públicos y privados por separado, incluyendo información de las cifras anuales de producción por formatos, tratamiento de los géneros, temáticas y su resultado de audiencia en los últimos cinco años.

De manera no necesariamente coordinada, las fórmulas y estrategias de producción de las grandes cadenas de alcance generalista se interrelacionan con los diferentes programas de educación formal modelados por los Estados y el resto de las iniciativas de orientación educativo-cultural, con el fin de identificar posibles interacciones entre ambos sectores y la frecuencia en el uso de redes y nuevas tecnologías para la distribución y monitoreo de materiales audiovisuales. Finalmente, para concluir, se muestra una ficha técnica, donde se estudia detenidamente la programación de los canales educativos, el equipo humano para la realización, culminando con un listado de recomendaciones a mediano y largo plazo.

Un equipo formado por experimentados investigadores de diferentes universidades iberoamericanas, junto a responsables de importantes empresas del sector audiovisual, desarrolla cada uno de los capítulos de esta investigación, que cuenta con el patrocinio de la Asociación Tele Educativa Iberoamericana (ATEI) y del Ministerio de Ciencia e Investigación.

Este tipo de esfuerzo no debe permanecer como un hecho aislado, como viene ocurriendo, sino que ha de ampliarse a otros países para continuar realizando un monitoreo de este proceso en el tiempo y conocer así con mayor certeza la evolución de la TEC, como sistema coordinado y para perfeccionar las herramientas para determinar sus enlaces, dinámicas y funcionamiento interno. Solo así, a través de un conocimiento de ‘lo que se hace’, será posible plasmar esquemas para su mejora progresiva. La lectura de este libro ofrece sin duda información de gran utilidad para el propio sector gubernamental vinculado a la televisión educativa, los departamentos y oficinas responsables de desarrollar e implementar programas educativos, el sector empresarial de la comunicación audiovisual dedicado o bien interesado en propuestas innovadoras y los propios investigadores de la comunicación y la educación, que a partir de su lección, además de poder formarse una nítida impresión global de su situación actual, podrán desarrollar las alternativas necesarias para nutrir el modelo y el espacio del diálogo social que envuelve el futuro de esta forma de hacer televisión.

Artículo extraído del nº 86 de la revista en papel Telos

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