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Resaca del color


Por Águeda de la Pisa

Después de una primera época en la que impregna la tela con un cuidado atento y casi afectuoso, en la que diluye
el color evitando toda densidad, esta pintora, nacida en Palencia en 1942, pasa a partir de finales de los 80 a una pintura que está dirigida por una contracorriente, por una resaca del color.

No se trata, sin embargo, de simples collages. El material incorporado -sobres, periódicos, papeles garabateados y recuperados de la basura, fragmentos coloreados de otros lienzos- nunca funciona como motivo en sí, no se presenta con ostentación o teatralidad
en un primer plano, sino que a su vez sirve de soporte a otra indagación de color, a otro preciso y descuidado desafío.
La pintura de Águeda de la Pisa es una pintura de signos. Antifaces, triángulos quebrados que se repiten a la vertical, pirámides, rectángulos que se repiten de dos en dos. Todo, en esta pintura enigmática se apareja, dialoga, busca su otro en su espejo, exige su gemelidad.

Águeda de la Pisa, que desde finales de los años 60 ha mostrado sus obras en diversas exposiciones individuales y colectivas, ha realizado especialmente para Telos la serie de obras que se muestran en este cuaderno de color.




Artículo extraído del nº 33 de la revista en papel Telos

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