I
Instituciones que estudian la comunicación en Catañuna


Por Daniel E. Jones

Las instituciones dedicadas al estudio de los diferentes ámbitos de la comunicación social tienen en Cataluña una tradición que se remonta en algunos casos a comienzos de siglo, aunque sólo en las últimas dos décadas se han consolidado a nivel universitario, académico y científico.

Actualmente, Cataluña cuenta con unas setenta instituciones que se ocupan, en mayor o menor medida, de actividades docentes, documentales y/o de investigación sobre la comunicación social, entendida ésta como un fenómeno complejo y polifacético que incluye diferentes medios y servicios y que es abordado desde las principales disciplinas científicas, aunque preferentemente desde las ciencias sociales y las humanidades.
En líneas generales, lo más destacado de las entidades catalanas especializadas en este tipo de estudios -que constituyen, al igual que las madrileñas,aproximadamente un 40 por ciento del total de España- puede sintetizarse del siguiente modo:

a. Del total de setenta instituciones existentes -doce con rango universitario-, unas veinte se dedican a la docencia, unas cincuenta a documentación y unas treinta a investigación, aunque en gran parte de los casos estas actividades se realizan de forma simultánea.

b. Un 80 por ciento de los centros especializados han nacido a partir de los años 70 y, sobre todo, en la última década; de todas maneras, cinco instituciones son anteriores a la Guerra Civil.

c. Entre los diferentes medios y servicios comunicativos a los que dedican preferentemente su atención las instituciones catalanas destaca la primacía de los medios de masas: prensa, televisión, cine, vídeo, radio y publicidad.

d. Entre las principales disciplinas científicas básicas de análisis de los fenómenos comunicativos sobresale una muy consolidada en este tipo de estudios en el siglo actual -la Historiografía-, aunque también se interesan en gran medida otras de larga tradición como la Sociología, la Periodística, la Ciencia política y la Semiótica.

e. En los últimos años, las especialidades de carácter tecnológico han adquirido un gran auge en Cataluña, debido sobre todo a las constantes transformaciones que se producen en los sistemas comunicativos audiovisuales.

CENTROS DE ENSEÑANZA

La formación profesional de publicitarios y periodistas tiene gran tradición en Cataluña, pero en los últimos años se ha ido desarrollando también la de los comunicadores audiovisuales, diseñadores y técnicos en relaciones públicas. La institución más significativa es la Facultad de Ciencias de la Información, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), aunque existen otros centros -universitarios o no- de una cierta importancia.

Por lo que atañe a la enseñanza sobre publicidad, ya en 1914 Pedro Prat Gaballí -junto con otros pioneros- dictó unos cursos en la Escuela de Altos Estudios Comerciales de Barcelona, que duraron, con altibajos, hasta la Guerra Civil. En cuanto a la prensa y el periodismo, en 1952, diez años después que Madrid, se creó una sección de la Escuela Oficial de Periodismo, pero por disponer de muy poca autonomía fue languideciendo hasta desaparecer en 1963. Este hecho favoreció la instalación, al año siguiente, de la Escuela de Periodismo de la Iglesia, patrocinada por el Centro de Influencia Católica.

Sin embargo, en 1968 volvería a establecerse la Escuela Oficial de Periodismo de Barcelona, esta vez con idénticas atribuciones que la madrileña. Dos años antes se había creado también la Escuela Oficial de Publicidad, tanto en Madrid como en la Ciudad Condal, en unos momentos -sobre todo debido a la aparición de la televisión- que exigían cambios sustanciales en la formación de unos profesionales que debían afrontar las grandes transformaciones que se estaban produciendo en el mercado merced al desarrollo social y económico.

A pesar de la mejora introducida en este tipo de estudios en España, y cuando el control ideológico y político del régimen franquista sobre los comunicadores sociales había menguado considerablemente, en 1971 fueron creadas las Facultades de Ciencias de la Información en Madrid y en Barcelona, hecho que terminaría por hacer desaparecer a las Escuelas de Periodismo y Publicidad de ambas ciudades en poco tiempo.

No obstante, la entrada de este tipo de estudios en la Universidad no fue muy bien recibida por los estamentos a los que debía satisfacer prioritariamente: el académico y el profesional. Ni uno ni otro estaban del todo conformes con los objetivos propuestos, con los profesores seleccionados para impartir la enseñanza y con los resultados obtenidos.

La Facultad de Ciencias de la Información fue instalada provisionalmente en Barcelona y en 1972 se trasladó a Bellaterra, pero debió ocupar durante quince años locales cedidos por otras Facultades. Así, desde sus inicios, se vio agobiada por problemas difícilmente solucionables a corto plazo: excesivo número de alumnos, deficiente formación de parte del profesorado, insuficiente dotación de equipamientos técnicos para la formación académica y profesional del alumnado e inadecuación de los sucesivos planes de estudio a las demandas sociales y laborales.

Este tipo de deficiencias ha acompañado, en mayor o menor medida, a la Facultad desde su nacimiento, aunque gradualmente se ha ido solucionando,sobre todo desde que en 1988 se inauguró el nuevo edificio, excelentemente dotado. Además, con la implantación gradual del nuevo plan de estudios, a partir del curso 1992-1993, el centro estará en condiciones de ofrecer licenciaturas en periodismo, publicidad/relaciones públicas y comunicación audiovisual.

En los últimos meses, asimismo, un nuevo proyecto universitario público ha iniciado su andadura en Barcelona: los estudios de periodismo, de segundo ciclo, en la recientemente creada Universidad Pompeu Fabra, aunque comenzará sus actividades en el curso 1992-1993 con un número de profesores y alumnos sensiblemente menor.

Por otra parte, existen otros centros universitarios catalanes dedicados a la enseñanza de algunas de las facetas de la comunicación social: fotografía y vídeo, en la Facultad de Bellas Artes en la Universidad de Barcelona (UB); historia del cine, en la Facultad de Geografía e Historia de la UB y de la UAB; relaciones públicas, en la Escuela Universitaria de Relaciones Públicas de la UB; documentación, en la Escuela Universitaria de Biblioteconomía y Documentación de la UB, y diferentes cursos de posgrado en gestión cultural, en el Centre d’Estudis i Recursos Culturals (CERC), de la Diputación de Barcelona (en combinación con la UB).

En cuanto a los diversos centros de enseñanza no universitaria, podrían citarse aquí los más significativos: vídeo, televisión, cinematografía y audio -desde una perspectiva técnica- pueden cursarse en la Escola Municipal de Mitjans Audio-Visuals, en el Centre d’Iniciatives i Experimentació per a Joves, en el Instituto Oficial de Radio y Televisión (dependiente de RTVE) y en algunos institutos religiosos, y diseño, en la Escola de Disseny Elisava.

CENTROS DOCUMENTALES

La mayoría de libros y revistas españoles pioneros en comunicación social fueron publicados en Barcelona. Por ello, parece lógico que en esta ciudad surgieran los primeros centros documentales especializados en estos nuevos medios y servicios culturales y comunicativos. Ya en los primeros años del siglo XX aparecieron bibliotecas en Barcelona dedicadas a recoger la documentación especializada en algún medio concreto: el libro y la industria editorial contaron con una biblioteca específica fundada en 1917 por la Cámara del Libro de Barcelona; el cine tuvo, desde 1924, la personal del cinéfilo Delmiro de Caralt, y la prensa y el periodismo, desde la segunda década, una específica creada por una asociación que terminaría siendo el actual Collegi de Periodistes de Catalunya.

En los últimos años, después de un período largo y difícil, se ha producido un relanzamiento de estas instituciones y se han creado otras nuevas. Por tanto, en estos momentos existen en Cataluña unos cincuenta centros dedicados, en mayor o menor medida, a la documentación sobre los fenómenos comunicativos: bibliotecas, hemerotecas o mediatecas. Sin embargo, sólo algunos de ellos pueden ser considerados como centros especializados en sentido estricto.

La biblioteca más importante es, sin duda, la de la Facultad de Ciencias de la Información, creada en 1972, y que cuenta en estos momentos con unos fondos de más de veinte mil volúmenes y 350 títulos de revistas especializadas vivas.

Es una de las mejores de Europa en su género, con una visión pluridisciplinar, interesada en todos los medios de comunicación e industrias culturales, y con amplios fondos españoles, europeos y americanos. Otra biblioteca de parecidas características, aunque de tamaño menor, es la ya citada del Collegi de Periodistes de Catalunya.

Los especialistas en comunicación audiovisual -en particular la radio, la televisión y el vídeo- cuentan con la biblioteca del Instituto Oficial de Radio y Televisión, constituida en 1977, en tanto que los de cinematografía disponen de dos depósitos importantes: la citada Biblioteca del Cinema Delmiro de Caralt (hoy en manos de una fundación) y la Filmoteca de la Generalitat de Catalunya, constituida en 1981.

Por su parte, la publicidad comercial y la propaganda política cuentan con unos fondos específicos en el Centre de Documentació de la Comunicació, creado en 1977 y dependiente de la UAB; las relaciones públicas tienen un deposito especializado en la Escuela Universitaria de Relaciones Públicas; el libro, la industria editorial y las artes gráficas cuentan con la Biblioteca Bergnes de Las Casas, dependiente de la Generalitat de Catalunya (que heredó los fondos de la Cámara del Libro de Barcelona y los del extinto INLE); la biblioteconomía, la documentación y los bancos de datos disponen de la biblioteca de la Escuela Universitaria de Biblioteconomía y Documentación, y la sociología y la economía de la cultura, de las bibliotecas del CERC y del Centre d’Estudis de Planificació (CEP).

Además de los fondos biblio-hemerográficos mencionados, Cataluña cuenta desde 1988 con el Banco de Datos COMCAT, creado por el Centre d’Investigació de la Comunicació (CEDIC), de la Generalitat de Catalunya. Este servicio documental decidió centrar su actividad en las tareas no cubiertas por otras instituciones -evitando así duplicidades-, y se ha dedicado fundamentalmente a recopilar información bibliográfica, factual y de referencia sobre comunicación social.

El Banco de Datos COMCAT cuenta actualmente con tres bases de datos específicas: una de carácter biblio-hemerográfico sobre todo tipo de documentos publicados en Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana que traten sobre la comunicación desde cualquier medio o disciplina (con unas seis mil referencias); otra, de tipo directorio, que constituye un censo de todos los investigadores españoles en este campo (con más de un millar de registros), y la tercera, también un directorio con todo tipo de instituciones relacionadas con los fenómenos comunicativos, en este caso no solamente españolas, sino también con una amplia selección internacional (unos 750 registros).

CENTROS DE INVESTIGACIÓN

Hasta hace poco tiempo, la investigación sobre comunicación social en Cataluña ha sido obra de personas aisladas, algunas de ellas con una labor encomiable y otras con unos resultados más modestos. En efecto, no fue hasta los años 70 u 80 que comenzaron los primeros trabajos en equipo, o bien bajo el amparo de instituciones públicas o privadas que promovieron y financiaron esta labor.

De hecho, la institución pluridisciplinar que tiene una trayectoria más destacada en este campo es la Facultad de Ciencias de la Información, que ha dado luz en las últimas dos décadas un total de 35 tesis doctorales y 85 tesis de licenciatura. Además, ha promovido la revista Anàlisi, que ha permitido la publicación de diferentes estudios de los profesores del centro.

Por otra parte, el cuerpo docente ha podido participar en varios proyectos de investigación -sobre diferentes medios de comunicación y aproximaciones teóricas-, en colaboración con otras instituciones -públicas o privadas, nacionales o extranjeras-, que han dado como resultado la publicación de diversos estudios, algunos de ellos importantes. Además, esta Facultad ha sido la promotora del 16º Congreso Internacional de la AIERI/IAMCR, que tuvo lugar en Barcelona en 1988 y reunió a más de medio millar de investigadores en comunicación de todo el mundo.

Otras Facultades, como la de Geografía e Historia o la de Bellas Artes (de la UB) han realizado también una labor investigadora destacada, sobre todo en el campo de la historiografía cinematográfica y de la teoría de la comunicación visual y audiovisual, respectivamente.

Fuera de la Universidad, diferentes entidades públicas o privadas han realizado directamente, o bien han promocionado, la investigación en este campo. Entre las primeras, puede destacarse la labor del CEP, que cuenta desde hace un lustro con un Area de Economía de la Cultura en la que se han efectuado, por encargo de la Administración, diferentes estudios de ámbito tanto catalán como español. También habría que citar la labor realizada desde los años 70, sobre todo en estudios de comunicación visual desde una perspectiva semiótica, por el Centro Internacional de Investigación y Aplicaciones de la Comunicación (CIAC).

Asimismo, entre las instituciones que se han dedicado preferentemente a promocionar la labor realizada por diversos investigadores o bien equipos de estudiosos provenientes en su mayoría de la Universidad, habría que citar al Institut de Ciències Socials (Diputación de Barcelona) -durante los años 60 y 70- y, en la actualidad -aparte de la Administración central, autonómica o local-, al Institut d’Estudis Catalans, la Fundació Jaume Bofill, el Collegi de Periodistes de Catalunya o el Centre d’Investigació de la Comunicació (CEDIC).

Este tipo de instituciones ha promovido, y generalmente también publicado, investigaciones sobre todo desde la perspectiva histórica, sociológica, económica, cultural y lingüística. En particular, el CEDIC ha encargado o patrocinado varias docenas de investigaciones específicas, una veintena de las cuales ya han sido publicadas como libros.

Por otra parte, el colectivo de estudiosos catalanes de la comunicación social se ha ido agrupando en los últimos años en diversas asociaciones de carácter no sólo profesional, sino que realizan también actividades de promoción y difusión de la investigación. Tal es el caso de la Societat Catalana de Comunicació (filial del Institut d’Estudis Catalans), que reúne a un centenar de investigadores y que, además de publicar dos revistas académicas, organiza diferentes jornadas y seminarios sobre la especialidad.

Otras instituciones de este carácter son Film-Historia, que agrupa a los especialistas en historiografía cinematográfica, y la Asociación de Estudios Semióticos de Barcelona, que reúne a lingüistas y semiólogos. Además, en Barcelona han nacido en los últimos dos años, y tienen su sede social, dos asociaciones de proyección estatal: la Sociedad Española de Periodística (especializada en teoría y análisis del periodismo) y la Asociación Española de Historiadores del Cine.

Artículo extraído del nº 30 de la revista en papel Telos

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